Este año nos ha demostrado la importancia del aprendizaje en el aula presencial, y más aún el contacto del maestro y de los otros compañeros. Aunque fue difícil este último ciclo escolar, también vimos muchas ventajas.
El aprendizaje en línea es un reto tanto para los alumnos como para los maestros. Por ello, todos hemos tenido que pensar más creativamente, ser más independientes, y afrontar situaciones inesperadas.
Desde la perspectiva del maestro, un ejemplo de navegar por este cambio es aprender a usar aplicaciones antes desconocidas. Sabemos que la tecnología a veces puede ser muy poco confiable y a todos nos falla de vez en cuando. Hemos tenido que afrontar problemas tecnológicos sin anticipación. Esto nos ha ayudado inmensamente en las clases
presenciales, porque cuando nos falla algo o cuando una actividad virtual no tiene el impacto deseado, ya tenemos los recursos para seguir adelante.
Nuestros alumnos también han vivido cambios afines. Para los pequeños, el tener que tomar clases con un equipo que todavía no dominan perfectamente es algo abrumador, pero nuestros alumnos, con el apoyo de los papás y de los maestros, aprendieron a manejar todo esto con confianza. Les dio un sentido de independencia. Estas nuevas habilidades se han
manifestado en clases presenciales.
Aunque este último ciclo escolar a muchos nos parecía un reto inalcanzable, juntos pudimos sacar provecho de nuestros nuevos recursos. Como maestro, les aseguro que sus niños han crecido mucho, tanto en su aprendizaje como en su independencia. El aprovechamiento de estos conocimientos tendrá un impacto impresionante en nuestra comunidad educativa.

Lic. Tyler Wright