¿Estás listo para el regreso a clases? ¿De qué manera se trabajará: de manera presencial o en línea? ¿Será seguro el acercamiento a las aulas?
Éstas y otras preguntas, estoy segura que te estarás cuestionando en casa. Sin embargo, considero que lo más importante es saber y conocer cómo te sientes en este momento.
Ha pasado ya más de un año que nuestro día a día ha sido diferente. Hemos realizado cambios en nuestro trabajo, en nuestra convivencia con los demás, en nuestras rutinas… Hemos vivido y experimentado sentimientos y emociones diferentes a lo largo de este tiempo.
En este caminar como sociedad receptiva, tenemos conocimiento de familias que han tenido pérdidas de seres queridos, posiblemente algún familiar, algún amigo, compañero de trabajo, a tal grado que hemos podido solidarizarnos y apoyar en la manera de lo posible en ese momento.
Circunstancias como éstas, nos hacen sentirnos solidarios con los demás. Escuchar, apoyar, acompañar, compartir, son acciones que nos hacen ser empáticos. Son los lazos de empatía los que aún en la distancia, nos hacen sentir una cercanía y presencia.
Es tan valioso sentirse acompañado, que no estás solo, que cuentas con personas que te quieren, que están contigo en momentos críticos y difíciles.
A finales del pasado mes de enero, enfermé de COVID, y mi primer sentimiento fue de preocupación, después de angustia y posteriormente de “ocupación”. No podía permanecer en ese estado, había que buscar apoyo, medicamentos, proteger a mi familia…
Es increíble y reconfortante, que detrás de ese “aislamiento”, uno se siente acompañado de distintas maneras, siente el cariño y la EMPATÏA de las personas, con un corazón compartido.
Y es ahí, en ese momento, cuando la lucha se vuelve compartida, más ligera, menos agotadora. Mi familia a la distancia, haciéndome sentir cerca, , mis amigos dejando en la puerta de mi casa, detalles que llenan el alma...y el refrigerador, mis compañeros de trabajo y mis alumnos, con mensajes y palabras de aliento.
La empatía que se ha visto reflejada en nuestra sociedad, es la que nos distingue a los seres humanos, la que nos hace crecer como personas y nos hace sentirnos acompañados.
Ya hemos resaltado y comentado, que el trabajo virtual nos ha hecho descubrir habilidades y aptitudes que posiblemente no habíamos desarrollado.Qué gran oportunidad hemos tenido para aprender más acerca de la tecnología, aplicar estrategias creadas innovando el aprendizaje y principalmente el vivir día a día con nuestra familia.
Y es en ese aprendizaje en línea, donde padres, abuelos, hermanos y los mismos compañeros, se han involucrado en las actividades con nuestros chicos, apoyando y orientando a nuestros alumnos a sacar adelante este pasado ciclo escolar.
De esta forma, todos hemos vivido y desarrollado un nivel de empatía de alguna u otra manera.
La distancia, el aislamiento, el evitar el contacto físico, nos hizo extrañar convivencias y el compartir físicamente todo aquello que nos acerca a los demás. Sin embargo, ese acercamiento se dio de distinta manera. Ahora, entendemos y respetamos un poco más a ese vecino que tuvo un día difícil, al tío que posiblemente perdió su trabajo, a un compañero que no puede trabajar en línea o no puede asistir de manera presencial… Hay empatía y respeto hacia todos ellos.
¿Te identificas con este sentimiento?,¿ Cómo logras transmitir tu empatía con los demás? ¿Cómo la demuestras?

Un ciclo escolar inicia, y con ello resurge la esperanza de que cada día, será mejor, que retomaremos nuestras actividades en la medida de lo posible con actitud y disposición, y además, recordando todo lo que hemos aprendido en este tiempo: valoremos la salud, la familia, los amigos, nuestro colegio, nuestras risas…. Seamos empáticos con aquellas personas, aquellas familias que atraviesan un momento de dificultad. Aprendamos a disfrutar cada momento, a cada persona. No pierdas la capacidad de asombro, una sonrisa puede cambiarle el día a quien más la necesita..
Gracias por la oportunidad de escribir para compartir, es un gozo y emoción el solo pensar, volver a verte, pues Enseñar por aprender es vital, y yo aprendo de ti, cada día.
¡Feliz regreso a clases !

Con cariño Miss Mayra García.