La Estimulación temprana el inicio de un desarrollo óptimo.

Y así, después de 9 largos meses de espera un bebé recién nacido llega al
seno de un hogar, todos a su alrededor se vuelcan en un estado de algarabía y
euforia por el nuevo integrante.
Mamá lo abraza y lo acurruca; él bebe va creciendo y papá inicia a mecerlo
haciendo “riqui ran” o levantándolo en el aire como super héroe en espera de la
sonrisa de su hijo, la abuela le canta el “pon pon” para que el niño saque su dedo
y lo palmee con su otra manita, el abuelo le enseña a hacer “viejitos” arrugando la
cara y su hermano lo empieza a hacer participe de su imaginación.
De una forma natural y casi sin querer, pero con mucho amor, están
proporcionando a ese bebe de estímulos necesarios para desarrollo de
habilidades. Y es así como nació la estimulación temprana cuando los
especialistas en neurodesarrollo comprobaron que un bebé que es estimulado de
varias maneras en edades tempranas tendrá mejores y mayores habilidades
madurativas en todas las áreas, en comparación con los niños que son solamente
atendidos en sus necesidades básicas elementales.
Hoy por hoy conocemos a la estimulación temprana como un conjunto de
actividades sistemáticos y secuenciales bien dirigidas, que se le da al niño de 0 a
6 años, con el fin de potencializar y desarrollar al máximo sus posibilidades físicas,
intelectuales y sociales, sin forzar el curso lógico de su maduración.
La estimulación temprana se practica con dos fines principales, uno de ellos
es para potencializar y cumplir en tiempo y forma los parámetros de desarrollo en
un niño promedio y de esta forma garantizar de alguna manera que el niño
presentó y realizo los hitos del desarrollo necesarios para formar unos buenos
cimientos que le permitan construir aprendizajes futuros.

Y por otro lado está comprobado su eficiencia para reducir los efectos de una
deficiencia asociado a un riesgo biológico o psicológico.
Después de 15 años de labor profesional en Baby Erikson y de haber
acompañado a varias generaciones, estoy convencida que la estimulación
temprana es realmente una excelente herramienta para preparar a los niños de
manera integral y que le provee de los bagajes necesarios para continuar con su
madurez y desarrollo escolar.
En Erikson, la estimulación temprana no pretende formar niños “genios”
sino ayudar en la formación de niños que utilicen sus habilidades al máximo, niños
seguros y sobre todo FELICES.

Psic. Verónica Domínguez Mora.