“Mindfulness” o atención plena ayuda a los alumnos y a los maestros a controlar su estrés de manera más efectiva y a superarlo más rápidamente. La práctica frecuente de atención plena, incluso sesiones cortas de unos minutos, imparte beneficios para la salud. La práctica de atención plena puede mejorar el rendimiento cognitivo, así como la resistencia al estrés. En este artículo se cubren 3 áreas de atención plena: yoga, técnicas de respiración y meditación.

El yoga reduce los niveles de ansiedad, ayuda a mejorar la función de la memoria tanto en adultos como en niños, cuyo beneficio directo sería un mejor rendimiento académico en los niños. También ayuda a mejorar la capacidad de atención y el enfoque de los niños. De hecho, el yoga ayuda a los niños con TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad) y reduce sus síntomas centrales, como la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad.

Otro beneficio sorprendente de yoga es que mejora la flexibilidad, el equilibrio y la postura. Sentarse a estudiar durante largas horas a la vez y demasiado tiempo frente a la pantalla puede conducir a una postura incorrecta. Esta mala postura puede convertirse en una complicación anatómica en la vida adulta. La práctica de varios ejercicios de yoga de forma regular conduce a la corrección de la postura, mejora la flexibilidad y aporta equilibrio a todo el cuerpo. Este es uno de los increíbles beneficios del yoga en las escuelas.

Otra forma de “Mindfulness” o atención plena son las técnicas de respiración. Respirar bien es importante para salud física, psicológica y emocional. Sin duda, si nuestros alumnos se acostumbran a respirar profundamente cada vez que están agitados, nerviosos o enojados, descubrirán que las cosas pueden cambiar en cuestión de segundos. Su mente se volverá más clara y se encontrarán más livianos, renovados y enfocados.

Otro elemento de atención plena es la meditación en el salón. Esta actividad debe durar de 5 a 10 minutos. En su forma más básica, la meditación brinda a los niños pequeños la sensación de estar callados y tranquillos. Les da tiempo para respirar e imaginar, y les hace saber que está bien tener sentimientos. De hecho, a través de la meditación, los niños aprenden que está bien ser quienes sean y sentir lo que sientan.

La reducción del estrés y la autoaceptación son dos de las principales ventajas de la atención plena, beneficios que son particularmente importantes. Además, el control emocional y aprender a calmar la mente, son habilidades invaluables.